¿Todavía se utilizan las tarjetas de presentación?

En estos tiempos en los que los usos sociales han cambiado tanto cabe preguntarse si todavía se utilizan las tarjetas de presentación. Lo cierto es que a nivel social prácticamente ya no se usan y pocos son los que te ofrecen una tarjeta cuando les pides el número de teléfono. Lo habitual hoy es que se anote el número en el teléfono móvil y se haga una llamada perdida de cortesía para que la otra persona tenga el número a su vez.

Pero a nivel profesional, el uso de las tarjetas de presentación continúa estando muy vigente. Las tarjetas se utilizan por parte de todo tipo de representantes de productos. Es muy habitual abrir el cajón de una oficina y ver un gran número de tarjetas que se usan según se van necesitando. O incluso tarjeteros donde se guardan cuidadosamente para poder coger los datos cuando es necesario.

También se utilizan las tarjetas para conseguir trabajo, ofreciéndolas junto con el currículum para crear una mejor impresión, aunque lo más habitual sea su uso cuando ya se ocupa un cargo en una empresa o en una asociación y se entregan a un contacto.

Al imprimir tarjetas de presentacion hay que tener en cuenta una serie de factores para garantizar que la tarjeta cumpla con su misión:

-Es importante que tenga un tamaño estándar. De otro modo, no cabrá en los tarjeteros o en las carteras y no se podrá guardar junto con el resto. Por lo que acabará extraviandose.

-Mejor si la parte de atrás está en blanco. Así, la persona que la reciba podrá anotar lo que considere, por ejemplo, el día y hora de una cita contigo o el tipo de productos que le estás ofreciendo.

-Puede incluir la Web e incluso un código QR. Al escanearlo, la persona accederá directamente a la Web de la empresa, algo especialmente importante si se tiene un catálogo online para que pueda consultarse antes de realizar un pedido.

-La letra debe de ser clara y el logotipo de la empresa visible. No trates de pasarte de original con una letra muy trabajada que luego no se lea rápidamente. Quien mire la tarjeta querrá saber rápidamente de qué empresa es y qué es lo que pone.

-Realiza grandes pedidos. Así, no solo no te quedarás sin tarjetas, sino que te saldrán mucho más baratas si lo calculas por unidad.