El otro día mientras veía la televisión, hablaban sobre un acontecimiento pasado hace ya bastante tiempo. De todos es sabido que en la costa de la muerte ha habido numerosos naufragios, pero este que contaban fue un poco especial. Los habitantes de la zona ya se habían dado cuenta de que había habido un naufragio cuando empezaron a llegar prendas de ropa a las playas y a las rocas. Pero no llegaron solamente prendas de ropa a las playas, también llegaron unas latas con un líquido blanco. Los habitantes de la comarca, viendo la oportunidad, no lo dudaron y comenzaron a pintar las casas, puertas y ventanas con este líquido blanco que habían confundido con pintura pero que al final acabó siendo leche condensada y en todo el pueblo tuvieron un problema con una invasión de moscas, seguramente fuesen todas las moscas que había en la comarca. Esta clase de historias son bastante frecuentes por esa zona, pero esta está asegurada de que es cierta. Menos mal que en las latas no había mantequilla de leche porque quién sabe lo que habrían hecho con ella.
Me gusta escuchar esta clase de historias porque te das cuenta cómo han cambiado los tiempos, la gente antes aparentemente sólo conocían lo que les tocaba, algo tan novedoso como la leche condensada era algo que ellos nunca habían visto y de ahí la confusión con las latas de pintura. En esas épocas las moscas debían de ser algo cotidiano sobre todo donde había ganado, pero la avalancha de moscas que hubo allí debió de ser algo digno de ver y no muy agradable de vivir, por mucho que los habitantes estuviesen acostumbrados a vivir con ellas.
Pensando en esta clase de historias me vienen a la cabeza pensar en qué cosas habrán llegado a las costas de esta zona y como los habitantes se pudieron aprovechar de ello, siempre y cuando supiesen lo que era, seguro que aprovecharon bastantes cosas que fueron llegando a las orillas durante bastantes años.Pero ahora los barcos tienen mejores sistemas de navegación y ya no tienen tantos accidentes como tenían antes.