Aprovechar el tiempo 

En los grupos de WhatsApp todo el mundo estaba quejándose de que con el confinamiento estaba cogiendo peso. Supongo que yo debo ser un poco raro porque traté de hacer exactamente lo contrario: aprovechar el tiempo para comer mejor, aprender a cocinar mejor y alimentarme de forma más sana. Al final, todo es una cuestión de saber aprovechar el tiempo. Es el problema que tiene mucha gente que suele tener una vida muy ajetreada y luego se quedan sin nada que hacer: se sienten como pollos sin cabeza.

¿Nunca os ha pasado que después de un tiempo de trabajo muy intenso os quedáis de vacaciones y os entra un poco de ansiedad? Es todo un clásico. Se supone que deberías estar súper feliz y haciendo un montón de cosas de esas que te gustan pero que nunca puedes hacer por falta de tiempo y resulta que quedas bloqueado. Y hasta echas de menos cuando no tenías tiempo ni para pensar. 

Como yo soy perro viejo, durante la pandemia elaboré un horario muy estricto, no dejando nada a la improvisación. Y me enfoqué a la alimentación, un asunto siempre pendiente. Miré mucha información para no cometer errores: me bajé una tabla con el aporte proteico de los alimentos y la pegué en la cocina. No quería tanto perder peso, porque estoy bien, sino coger un poco más de musculatura pero siempre comiendo lo más sano posible: nada de hacer cosas raras. 

Y uno de los aspectos en los que más me esforcé fue con la cocina. Aunque no se me da mal, por falta de tiempo no podía hacer determinados platos y recetas que siempre tenía por ahí apuntadas. Cuando aprendes a preparar un plato, sale bien y es saludable es algo más que puedes añadir a la lista, es una forma de variar la comida que, en mi caso, no era especialmente variada.

Con la tabla del aporte proteico de los alimentos como base, he tratado de incluir mucho salmón y mucho atún en las nuevas recetas que he ido probando. Y mientras tanto los amigos quejándose tirados en el sofá de que la pandemia les ha hecho perder fondo físico…