2 Tipos de seguros para mascotas que debes de conocer

Existen en el mercado dos tipos de seguros pensados para los propietarios de mascotas. Ambos diferentes y ambos, seguramente, muy necesarios en la mayor parte de casos. El primero de estos seguros es el de responsabilidad civil. La mayoría de los que tenemos un perro pequeño, no peligroso o un gato, contamos con este seguro si somos titulares de un seguro de vivienda.

El seguro de responsabilidad civil se hace cargo en el caso de que nuestra mascota muerda a una persona, estropee una prenda de ropa o, por ejemplo, cause algún daño en una propiedad. Para que sea efectivo, tenemos que informar al seguro de que tenemos dicha mascota, aunque algunas compañías no piden este requisito. Pero lo que sí se exige es que el animal tenga un chip identificativo que diga que es de nuestra propiedad.

Los perros que entran en la categoría de PPP (Perros Potencialmente Peligrosos) deben de contar con un seguro de responsabilidad civil específico para ellos ya que se les presupone una mayor capacidad para hacer daño. No es lo mismo lo que pueda llegar a hacer un pequeño pequinés, aunque muerda a alguien o rompa algo jugando, que lo que puede llegar a hacer un perro de gran tamaño y con gran mandíbula.

El segundo tipo es del que hablaríamos al contratar, por ejemplo, el seguro mascotas adeslas. Se trata de un seguro veterinario que es muy importante para que los gastos que nos puedan llegar de forma inesperada por los tratamientos o enfermedades de nuestro animal no supongan un serio problema en la economía de la familia.

Estos seguros cubren parte de las visitas al veterinario, como por ejemplo las revisiones que habitualmente se realizan para comprobar el estado de salud del animal. En cuanto a otro tipo de intervenciones, cubren un buen porcentaje de lo que cuestan, por lo que resulta más económico llevarlas a cabo. Nuestro miembro peludo de la familia estará así cubierto y tendrá asegurada su atención veterinaria en el caso de que sea necesario.

Sabiendo esto, comprobamos lo dicho al principio, ambos seguros son necesarios y compatibles y se pueden conseguir a un buen precio. De esta manera, nos aseguramos de que nuestros animales contarán con la mejor atención sin que eso sea un problema para el presupuesto y, además, se cubre cualquier daño que se pueda producir por un juego o un descuido.