El Covid ha traído consigo varios confinamientos. Además del que afectó a todo el país, muchas personas han visto como han tenido que permanecer aisladas durante unos días en su casa bien por haber sido contacto de un contagiado bien por sufrir el virus, incluso si son totalmente asintomáticos.
Cuando hay que estar aislados sin estar enfermos, mantener la cabeza ocupada es muy importante y si además se aprovecha para realizar cambios y organizarse, mejor que mejor. Y una de las cosas más interesantes es organizar la despensa y las comidas de la temporada, para que cuando se vuelva a la rutina todo esté listo y preparado y no haya excusas para no comer de forma saludable.
Si hace mucho que no poner orden en tu despensa, el primer consejo es vaciar completamente esta o las alacenas que uses con ese fin. Limpia bien el interior y haz un repaso a todo lo que has sacado. Tira aquellas cosas que están caducadas y ordena el resto de una forma intuitiva y fácil para encontrar lo que necesitas: legumbres, harinas, conservas, pasta….
Una vez que tengas todo ordenado, haz exactamente lo mismo con tu comida congelada. Así, podrás tener una lista actualizada de todo lo que tienes en casa. Hecho esto, organiza un esquema de comidas. No tiene que ser un esquema inamovible, pero sí tener en cuenta, por ejemplo, el siguiente mes. Así, verás qué es lo que te falta para poder organizar todas las comidas.
Por último, añade algunos caprichos que sabes que acabarás queriéndote dar y que harán más agradable tu día a día. Por ejemplo, no olvides Comprar online queso meules des alpes o un buen chocolate suizo. Con la lista de tus imprescindibles y de tus caprichos, solo tendrás que comenzar a realizar los pedidos tus tiendas favoritas de Internet para que te lo envíen a casa y tengas todo lo que necesitas para cocinar tus platos favoritos.
Si te sobra tiempo, puedes aprovechar para preparar algunos platos y congelarlos a continuación, de manera que siempre tengas a mano algunas comidas para cuando llegas con el tiempo justo o no apetece ponerse en los fogones. Así, evitarás la comida rápida o la tentación de pedir una pizza. No solo comerás mucho más sano, también ahorrarás dinero al tener todo organizado y no realizar compras de última hora fuera de presupuesto.