La grasa que se acumula en zonas concretas del cuerpo es un problema para muchas mujeres. El cuerpo femenino tiende a acumular grasa en la zona del vientre, pero también en las caderas y en esta zona es muy difícil combatirla con dietas y gimnasia.
Esto puede hacer que la figura no quede equilibrada, ya que algunas mujeres se ven con la llamada forma de pera, pues sus hombros son estrechos, tienen poco pecho y una bonita cintura pero unas caderas demasiado generosas y desproporcionadas. Para corregir esto, la liposucción caderas es sin duda la mejor solución.
Se trata de una sencilla intervención en la que el médico marca las zonas a tratar. Una vez en quirófano y con anestesia local, se introducen unos pequeños tubos a través de cortes de tan solo un centímetro. Estos tubos funcionan como aspiradoras ya que una vez que llegan a las zonas de grasa, la absorben y la extraen.
Tras la intervención, la paciente ya ve resultados pero es necesario un tiempo para que el cuerpo se asiente de nuevo y la piel vuelva a tersarse. Para acelerar este proceso y conseguir mejores resultados pueden ser muy recomendables masajes en la zona para drenar la grasa que haya podido quedar y reafirmar la piel. También se recomienda el uso de cremas adecuadas y de fajas que compriman la zona de manera suave durante las primeras semanas.
Se calcula que al cabo de seis meses es cuando se pueden ver los resultados definitivos de la liposucción. Estos resultados serán mejores si la paciente sigue todos los consejos del médico y se cuida, ya que de no hacerlo puede volver a juntar grasa en las áreas no tratadas.
Tras esta intervención, que puede hacer que se pierdan incluso un par de tallas de pantalón, la mujer notará como su figura es mucho más equilibrada y se sentirá más atractiva, pudiendo lucir sin complejo vestidos apretados o pantalones ceñidos que no llevaba por complejo. Esto hará que se sienta mucho mejor consigo misma y gane en seguridad.
Dado que estas operaciones se llevan a cabo con anestesia local, resultan mucho más seguras y económicas que antes. Pero, además, la mayoría de clínicas dan facilidades de financiación, pudiendo pagar en cómodos plazos con lo cual resulta muy sencillo acceder a este tipo de medicina que estaba reservada para quienes tenían más capacidad económica.